26 febrero 2006

La devedeteca...

...no es lo mismo que una biblioteca. En eso estamos totalmente de acuerdo. Más allá de evidenciar diferencias entre libro y devedé, y de dejarnos llevar por conjeturas de todo tipo, llevadas al terrento de lo puramente subjetivo... tanto libro como devedé son arte, son cultura. Sí, claro, hay libros malos y obras maestras de la literatura y, por otro lado, hay películas que odiamos y otras que se convierten en obra total (sólo hay que bajarse en la Estación Termini).

Ahora bien, no es lo mismo disponer de una biblioteca de mil libros que de una deveteca, con el mismo número de películas. No es lo mismo. En el caso de tener libros hablamos del lector/a culto/a. Si nos referimos al "maníaco coleccionista" de discos de devedé, vamos un poco más lejos...tanto que nos distanciamos de cualquier distinción cultural, y apostamos por una apología de la "piratería". Tiene devedés porque se los bajo de la red, porque las copia del videoclub de toda la vida o, incluso, porque trafica con ellas. Se trata de una conducta anormal.

Todo cambia. La sociedad se adapta, tarde o temprano, a las nuevas tendencias tecnológicas. Ahora se habla del cine en casa, se consume pantallas planas y sistemas de sonido digital sin ningún reparo...y todo para ver películas. Fíjense. Pareciera que el uso de nuevas tecnologías no haya acabado con la literatura...la ha incentivado y lo libros resisten en las librerías. Con el cine no pasa lo mismo...el devedé, para muchos, es la causa del mal momento que vive la industria cinematográfica. Sobretodo al referirse al devedé "pirata"... qué cosas!

24 febrero 2006

Estación Termini [1]

EXTRAÑOS EN UN TREN
Strangers on a train, USA, 1951
Dirigida por: Alfred Hitchcock
Interpretada por: Farley Granger, Ruth Roman, Robert Walker, Leo G. Carroll

Edición España: Warner Home Video
1 dvd / A.97' B.99' / Vose / Extras
Adaptación novela Patricia Highsmith+
+Coguionista Raymond Chandler+
+Enésima obra maestra del genio =
= S de Suspense

23 febrero 2006

Hablando de trenes...


El tren es el medio de transporte privilegiado por el cine, probablemente porque, a diferencia del automóvil, es un medio colectivo y amplio que permite cierta diversificación de espacios y de personajes, y frente al barco o el avión, tiene lugar una interacción con el territorio por el que discurre. [José Luis Sánchez Noriega, Diccionario temático de cine, Cátedra, 2004]


VÍAS CRUZADAS
The Starion Agent, USA, 2003
Dirigida por: Tom McCarthy
Interpretada por: Peter McBride, Paul Benjamin, Jase Blankfort

Edición España: CAMEO
1 dvd / 86' / Wide / Vose / Tráiler


Hablando de trenes... me propongo hablar de estaciones, y de las personas que habitan en ellas. Como Finbar en Vías Cruzadas de Tom McCarthy. Película pequeña como su protagonista, e imposiblemente solitaria. Innecesaria la pretensión de Finbar, que tras la muerte de su único amigo y compañero de trabajo, se instala en una estación de tren abandonada en el campo para vivir como un ermitaño. Imposible cuando en la vida, en el camino, en las vías de tren te cruzas con otras personas en cualquiera de las estaciones de parada obligada.

Vías Cruzadas es una de esas historias que se podría compilar en un tratado de la buena gente. Todas la personas que se acercan a la estación de Finbar son gentes solitarias, por motivos diferentes, que se encuentran en el cruce del destino, para conocerse, compartir momentos y apoyarse en todo momento.

Y no se trata del enanismo de Finbar, como él mismo cree. Finbar se propone pasar inadvertido...imposible. Todos, todas, necesitamos comunicarnos para sentirnos queridos, queridas...para sentirnos personas, y Finbar, también. Para eso están las estaciones...para encontrarse, encontrarnos.



22 febrero 2006

El cine empezó con...

EL MAQUINISTA DE LA GENERAL
The General , USA, 1927
Dirigida por: Clyde Bruckman y Buster Keaton
Interpretada por: Buster Keaton, Marion Mack

Edición España, 28 de febrero 2006
Distribuida por: SUEVIA
1dvd / 83' / Muda



Qué raro ver una película muda en tiempos de tanto ruido. Pero, El Maquinista de Buster Keaton supera el paso del tiempo, y se ha convertido, sin ningún lugar a dudas, en una de esas películas imprescindibles en la historia del séptimo arte.

Y sin sonido, El Maquinista nos hace partícipes de una experiencia singular...el movimiento. El cine es eso... movimiento, imágenes en movimiento. Y los maestros, como Buster Keaton, demuestran que son maestros cuando son capaces de dar ritmo al movimiento, a esas imágenes en dichoso movimiento. Pues bien, El Maquinista de la General es ritmo cinematográfico, es puro cine. Porque, además, el cine con ritmo es entretenimiento, y la obra de Keaton no hace otra cosa que entretener en sus apenas ochenta minutos. Y si una película es capaz de entretener durante todo su metraje, y se mantiene intacta en cada uno de sus visionado, estamos frente a una obra maestra.

La obra maestra de Keaton es la lucha del hombre con la máquina, una locomotora qué algunas décadas atrás se convertía en la primera imagen en movimiento que habría dado orígen al cine, a través de los hermanos Lumière. ¡Qué cosas, una locomotora en movimiento!